martes, 1 de octubre de 2013

Sandra Souto: “La renovación generacional es necesaria en todas las sociedades”


Presentación del libro "Paso a la juventud" / Alejandro Fernández

"Paso a la juventud fue una consigna que se hizo común durante la guerra civil española en la zona controlada por el gobierno legítimo de la Segunda República. Se expandió en discursos y folletos e incluso en una película. Expresaba una realidad nueva –la de los jóvenes como protagonistas de la movilización social y política– que se había ido forjando en Europa occidental durante el primer tercio del siglo xx y, sobre todo, en el periodo de entreguerras. Este proceso también afectó a la sociedad española, en la que la movilización juvenil tuvo su culminación durante la guerra civil. El libro de Sandra Souto analiza todos estos elementos y la misma configuración de las organizaciones juveniles en la República en guerra, las alianzas y los enfrentamientos entre ellas.

Tras la presentación del libro en la Librería Científica del CSIC-UNE, la autora contestó a algunas preguntas formuladas por Prensa UNE. La entrevista puede ser utilizada íntegramente o en parte por los medios de comunicación.



P. El libro desvela el papel de los jóvenes y de las organizaciones juveniles en la guerra civil, concretamente en la zona republicana. ¿Cuál fue ese papel en el campo de batalla?

R. Los jóvenes formaron el grueso del ejército republicano y ocuparon cargos muy importantes tanto en las milicias primero, como en el Ejército Popular después, al igual que en el comisariado de guerra.



P. ¿Y en la retaguardia?

R. El papel de los jóvenes fue importante en la producción, en la educación y cuidado de los niños y en las actividades educativas y culturales. En estos aspectos, además, destacó la mujer joven. Los jóvenes ocuparon también puestos dirigentes importantes e impensables unos años antes.



P. ¿Hubo una movilización juvenil fuera de nuestras fronteras?

R. La movilización juvenil en favor de la República fue muy importante en numerosos países, tanto europeos como asiáticos o americanos. Adoptó formas muy diversas: por ejemplo, el envío de dinero a la España republicana o la compra y envío de material sanitario, alimentos o ropa. Intentó cambiar la política de no intervención de las potencias democráticas europeas, lo que fue también uno de los objetivos principales de la política internacional republicana y que no se logró.



P. El activismo juvenil ¿se desarrolló en organizaciones juveniles o fuera de ellas?

R. Se desarrolló principalmente dentro de las organizaciones juveniles. Sin embargo, en algunos casos la política desarrollada por las diferentes organizaciones fue diferente en las distintas regiones, entre otras razones por las dificultades de comunicación y de organización generadas por la guerra.



P. ¿Cuáles fueron esas organizaciones?

R. Las principales fueron la Juventud Socialista Unificada, la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias y la Unión Federal de Estudiantes Hispanos. Menor fuerza tenían las distintas juventudes republicanas, como las Juventudes de Izquierda Republicana y las de Unión Republicana. La Juventud Comunista Ibérica alcanzó un importante desarrollo solo en Cataluña. Y estoy dejando aparte a las organizaciones de los llamados “nacionalismos periféricos”.



P. ¿Eran independientes o estaban ligadas a partidos políticos?

R. En teoría casi todas estaban ligadas a organizaciones de adultos –no diré partidos porque los anarcosindicalistas no lo tenían. En la práctica, las relaciones llegaron a ser bastante tensas en algunos casos, y las organizaciones juveniles buscaron actuar de forma independiente e influir en las decisiones de sus mayores.



P. ¿Se alcanzó algún grado de coordinación entre ellas?

R. Desde el inicio de la guerra se desarrollaron diferentes intentos de coordinación entre las distintas organizaciones juveniles que, en el ámbito estatal, cuajaron, no sin tensiones, en la Alianza Juvenil Antifascista, creada a finales de agosto de 1937.



P. Dice usted en la presentación del libro que las organizaciones juveniles tenían vinculados además otros dos grupos: infancia obrera y mujeres jóvenes. ¿Qué objetivo tenían estos grupos?

R. Simplificando bastante, en el primer caso se movieron entre el cuidado y la educación de la infancia y el adoctrinamiento político. En el segundo tenían como objetivo principal movilizar a las mujeres jóvenes para el esfuerzo bélico, especialmente en la retaguardia.



P. ¿Existía un activismo juvenil antes de la guerra civil o se origina como consecuencia del conflicto?

R. Sí que existía un activismo juvenil antes de la guerra, especialmente desde los años finales de la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Este activismo se vio favorecido por la democratización iniciada con la proclamación de la Segunda República y se puede decir que la guerra civil supuso su momento culminante.



P. ¿Cuál era la procedencia geográfica, social y cultural de estos jóvenes?

R. Tan variada como las de las zonas y grupos sociales que se mantuvieron leales y apoyaron al gobierno legítimo de la República frente a los militares sublevados.



P. Este activismo, ¿desapareció con la guerra o continuó de algún modo?

R. Parece claro que los militantes de las organizaciones juveniles jugaron un papel importante en la reconstrucción de las organizaciones de adultos en la clandestinidad de la dictadura franquista. Pero la represión hizo que la acción juvenil no pudiera tener la importancia que había tenido anteriormente. Se puede decir que la movilización juvenil se consumió con el esfuerzo bélico republicano.



P. Paso a la juventud. Un título que para muchos es un eslogan en la actualidad. ¿Acaso este libro intenta transmitir un mensaje más allá de mostrar los resultados de la investigación realizada?

R. Paso a la juventud fue una expresión muy utilizada durante la guerra civil, tanto por jóvenes como por adultos, por el importante papel de la juventud en el esfuerzo de guerra. Incluso fue el título de una película que se rodó durante la guerra civil. Sin desaprovechar la experiencia que proporcionan los “más mayores”, la “renovación generacional”, por llamarla de alguna forma, es necesaria en todas las sociedades.

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Pie de foto. En la presentación del libro intervinieron: José Ramón Urquijo Goitia, vicepresidente de Organización y Relaciones Institucionales del CSIC (en el centro, al fondo); Helen Graham (dcha), catedrática de Historia Contemporánea de Europa en la Universidad de Londres (Royal Holloway); y Sandra Souto, científica titular en el Instituto de Historia del CSIC y autora del libro (izqda.)