jueves, 28 de mayo de 2015

Francisco Caudet: “Es difícil que los esfuerzos académicos para estudiar el exilio entren de lleno, y con todas las consecuencias, en lo que debería ser el nuevo canon historiográfico de la España posterior a 1975”


Presentación del libro homenaje a Francisco Caudet / A.F. 

  • Entrevistas a Francisco Caudet y Fernando Larraz 
  • Con motivo de la presentación del libro "Estudios de Literatura, Cultura e Historia Contemporánea en homenaje a Francisco Caudet", publicado por la Universidad Autónoma de Madrid
  • Fernando Larraz: “La concepción de la literatura como fenómeno social e histórico caracteriza las aproximaciones críticas de Francisco Caudet”


Este libro reúne un conjunto de trabajos escritos por colegas, amigos y discípulos que han trabajado con el profesor Francisco Caudet a lo largo de una larga carrera investigadora y docente por países diversos de Europa y América. Todos han compartido con él el interés por periodos, problemas y autores en los que el profesor Caudet se ha convertido en maestro: Galdós, Clarín, Blasco Ibáñez, Machado y Aub, entre otros.



P. ¿Cómo recibe el homenaje que sus discípulos le rinden en este libro?

Francisco Caudet. Con una enorme satisfacción y con un inmenso agradecimiento. He tenido la suerte de poder dedicarme a la docencia y a la investigación durante casi cincuenta años y haber terminado esa larga vida universitaria con un homenaje como éste, es como salir por la puerta grande. Pero no me he ido del todo porque sigo ocupado en trabajos de investigación y soy un visitante asiduo de la Biblioteca de Humanidades de la UAM.



P. ¿La literatura española del exilio republicano de 1939 ocupa el lugar que le corresponde en los estudios literarios?

Francisco Caudet. Se han dedicado numerosos estudios a la literatura española del exilio pero, como ocurre con otras cuestiones relacionadas con el pasado, con la guerra y la posterior dictadura, no hay una disposición política, ni la hay mayoritariamente en la sociedad española, de asumir culpas y responsabilidades, y mirar de frente nuestra realidad histórica. Se ha optado por el “dulce olvido” (“sweet oblivion”) del que hablaba Lady Macbeth.



P. ¿Tampoco en los estudios culturales y en la propia historia?

Francisco Caudet. Se desprende, de lo que apuntaba arriba, que ha sido y va a ser muy difícil que todos los esfuerzos hechos académicamente para estudiar el exilio entren de lleno, y con todas las consecuencias, en lo que debería ser el nuevo canon historiográfico de la España posterior a 1975. El Estado democrático, vamos a llamarlo así, debería haberse preocupado, desde un primer momento, por crear una gran biblioteca del exilio donde se recogiera toda la documentación del exilio que está dispersa, por numerosos países, crear un gran centro de documentación y de estudio. No ha habido un proyecto de tal envergadura. Ha habido celebraciones, en exposiciones y congresos, del exilio. Malgasto de fondos, fuegos de artificio. Los muchos investigadores que han trabajado y trabajan el tema del exilio van a dejar una obra testimonial, con muy poca incidencia en la sociedad. Es remar contra corriente. Pero hay que seguir remando y quién sabe, igual escampa y todo cambia.



P. ¿Tiene la sociedad española reconocido el papel y la obra de los escritores del exilio?

Francisco Caudet. Se les tiene reconocimiento a los grandes autores españoles exiliados, pero porque poco a poco se les ha ido quitando la condición de exiliados, y todo lo que ello implica. Se les ha «normalizado», palabra cercana al concepto «Gleichschaltung», tan del gusto de Hitler y muchos nacionalistas de esta hora democrática española. Es un grave error. El exilio, que no se puede «normalizar», no es un capítulo más de la historia literaria española, ni de la Historia de España. Es otra cosa. Es un capítulo del pasado español que debe seguir situado fuera, para desde fuera mirar hacia dentro. Pero también dentro para mejor mirar hacia dentro.



P. ¿Cree que la actual situación política y social española ha recuperado (o debería recuperar) el protagonismo de la relación literatura-democracia?


Francisco Caudet. Esa relación, que está por hacer y me temo no se hará, o se hará a destiempo, implicaría poner patas arriba el canon de la literatura española escrito por los vencedores y que sigue casi intacto. Con independencia del género, cabe partir de la existencia, en los tiempos de la dictadura franquista, de tres literaturas. Dos en el interior: una, afín o cercana al sistema; y, otra, la que empezó a entrever, con las limitaciones estéticas del existencialismo o el tremendismo, algunas de las grietas de aquella España. Desde mediados de la década de 1950, una nueva generación de escritores empezó la ruptura con el régimen que apenas habían soñado, si es que tuvieron ese sueño, los tremendistas y existencialistas de la década de 1940. La tercera es la literatura del exilio. Esas tres literaturas tienen, a pesar de las diferencias que hay entre ellas, una historia común porque, a fin de cuentas, representan tres maneras de habérselas con la realidad española del momento.



P. Para conocer a través de la literatura el camino andado por nuestro país desde 1939 ¿qué obras habría que leer y por qué orden?

Francisco Caudet. La lista es muy larga. Una gran parte de la intelectualidad española abandonó, en 1939, el país. Se escribió de todo, novela, cuentos, teatro, ensayos y poesía. Quizás, por lo que hay de elegíaco en la poesía española del exilio, habría que leer, en primer lugar, a los poetas: Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, León Felipe, Emilio Prados, Luis Cernuda… Y, a la vez, o al alimón, a los grandes narradores de exilio: Ramón Sender, Max Aub, Arturo Barea…



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P. ¿Cómo y por qué surge la idea del libro?

Fernando Larraz. Este libro se enmarca en la tradición de homenajear a aquellos académicos más sobresalientes en el momento de su jubilación a través de un conjunto de trabajos inéditos escritos por amigos, colegas y discípulos. Habría sido injusto dejar pasar la ocasión de celebrar una trayectoria tan excepcionalmente fértil como la del profesor Caudet, de la que seguimos esperando muchos más frutos.



P. ¿Han marcado las investigaciones de Francisco Caudet un antes y un después en los estudios sobre la literatura española de los siglos XX y actual?


Fernando Larraz. Los trabajos de Francisco Caudet son hitos ineludibles en varios campos. Esto se debe en parte a su inagotable actitud crítica y también a acudir siempre a las fuentes primarias, a hacer un trabajo de archivo, a veces arduo y difícil. Un ejemplo: su estudio sobre el exilio republicano de 1939 fue un libro capital porque permitió pensar el legado cultural de los exiliados desde nuevas perspectivas. Y lo mismo sus ediciones y trabajos sobre Galdós, Clarín y otros autores.



P. ¿Qué nuevas vías han abierto?

Fernando Larraz. La experiencia académica del profesor Caudet en Inglaterra y Estados Unidos le permitió ampliar una formación que, en España, estaba agostada por métodos anticuados. En Estados Unidos contactó tanto con la vanguardia del galdosismo en aquel momento, como con los exiliados que trabajaban en universidades de Estados Unidos y México, lo que abrió vías de investigación que incorporó a la academia española a su vuelta a la UAM.



P. ¿Qué han supuesto estas nuevas perspectivas para los estudios literarios?

Fernando Larraz. En el capítulo introductorio del libro, Rafael Chirbes explica muy bien que las investigaciones de Francisco Caudet paliaron algunas patologías idealistas y reaccionarias dominantes en el franquismo, resituando una lectura más social de la literatura española de los siglos xix y xx, como reflejo de los conflictos ideológicos de la época en que fue gestada y leída. Creo que este giro ―introducido por Francisco Caudet y por otros críticos e historiadores de la literatura en los años ochenta― fue muy saludable para las generaciones que nos formamos bajo ese magisterio.



P. ¿Y para los estudios culturales y la propia historia de nuestro país?

Fernando Larraz. Creo que la concepción de la literatura como fenómeno social e histórico caracteriza las aproximaciones críticas de Francisco Caudet. De ahí deriva un método que demanda la interdisciplinariedad, en tanto que entiende la literatura como un producto emanado de una visión lúcida de la circunstancia histórica de su autor. Esto explica la excepcional relación profesional y personal que el profesor Caudet ha tenido no solo con filólogos, sino también con historiadores, filósofos, sociólogos…



P. Los trabajos del profesor Caudet han influido en investigadores de otros países, que han continuado y profundizado en sus líneas de investigación. ¿Qué aporta esa mirada exterior al estudio de un período de nuestra literatura?

Fernando Larraz. La larga carrera académica del profesor Caudet se ha desarrollado en multitud de países, como se refleja en la procedencia de los autores del volumen: Argentina, Francia, México, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Croacia… Esta apertura es fundamental para los estudios literarios hispánicos. El avance en ésta, como en cualquier otra disciplina de conocimiento, requiere enriquecerse con espacios de diálogo y comunicación para alcanzar avances significativos. También en este sentido, la aportación de Francisco Caudet ha sido capital y los colegas y doctorandos suyos de tantos países lo atestiguan.



El libro se presentó anoche en el espacio UNE de la Librería Científica del CSIC. Intervinieron: Fernando Larraz, profesor de Literatura Española de la Universidad de Alcalá y coordinador de la obra; Francisco Caudet, catedrático de Literatura Española de la Universidad Autónoma de Madrid; Margarita Alfaro Amieiro, vicerrectora de Cooperación y Extensión Universitaria de la UAM; Pura Fernández, profesora de Investigación CCHS – CSIC; y Carmen Valcárcel, profesora de Literatura Española de la UAM.