viernes, 8 de mayo de 2009

La Feria del Libro de Londres


Si las ferias del libro dan una idea de por dónde van las cosas y cuáles son las últimas tendencias en el mundo de la edición, la que se celebra estos días en Londres (20-22 de abril) permite constatar que los cambios son vertiginosos, que la única crisis que vive el sector es una crisis de crecimiento y que muy pronto la industria cultural será muy diferente de como la hemos conocido hasta ahora.La feria de este año es más grande que nunca, porque al pabellón tradicional de Earl’s Court, se ha añadido un ala supletoria, casi tan espaciosa como la otra, para dar cabida a los nuevos expositores. Ahora bien, entre un tercio y la mitad de la superficie total está destinada a la edición digital, y no tanto a los editores tradicionales de libro impreso, como a los proveedores de servicios. Sin duda, el gran protagonista es el lector de libros electrónicos, y los grandes nombres de la feria no son ya los de los grandes grupos editoriales o de comunicación, sino los gigantes del sector de la informática y de Internet, como Sony, Amazon o Google. Y, a su lado, una multitud de pequeñas empresas de soluciones digitales, que recuerdan mucho al fenómeno de las pequeñas tiendas de todo tipo que suelen proliferar alrededor de El Corte Inglés o de otros grandes almacenes.No nos engañemos, sin embargo, porque estos cambios sólo afecten a la superficie de la industria cultural, a la forma o al soporte en que se presenta el libro. Que no es poco y que tiene importantes implicaciones para el negocio editorial.Pero, en el fondo, el mundo del libro no ha cambiado tanto y gira, como siempre, en torno a sus verdaderos protagonistas: los contenidos y los autores, es decir, las ideas que contienen los libros y las personas que los han escrito. [Es un poco como el fútbol, que por mucho que hayan cambiado los clubes, transformados en sociedades anónimas, o la forma de ver los partidos, en directo, en retransmisiones en abierto o pagando, la publicidad en las camisetas y los estadios, al final, lo que realmente importa son los jugadores y lo que pasa en el terreno de juego].Mucha más expectación que el e-reader de Sony, genera el paso por la feria de Umberto Eco, que firma libros en una mesita al lado de donde escribo estas líneas, o de otros nombres igualmente mediáticos y admirados. Al lado de las vedettes literarias, los actos organizados por el país invitado, India, la presencia de pequeños expositores de todo el mundo, de repúblicas o emiratos que aprovechan para asomar la cabeza, darse a conocer, reivindicarse culturalmente o publicitar los atractivos turísticos del país. Stands monográficos sobre los temas más diversos, como la relación entre Darwin y Dios, en el año del bicentenario del nacimiento del primero. Y una multitud de gente diversa, y vestida de la manera más diversa, de manera formal e informal, con chaqueta y corbata o en camisa e incluso camiseta de algodón, con bolsos de mano, mochilas y los inevitables trolleys donde cargar todo lo que van espigando en sus peregrinaciones por los stands.Gatos viejos del negocio y novatos que se incorporan por vez primera. Autores, editores, agentes literarios, productores, impresores, distribuidores, libreros, bibliotecarios, solucionadores informáticos, todos arriba y abajo en este laberinto de stands, salas de seminarios y de descanso, cafeterías, tiendas... Un microcosmos vivo y agitado donde se concentra durante tres días, para ver y ser visto, el mundo del libro y de la edición.

Antoni Furió