jueves, 11 de julio de 2013

José Antonio Millán: “El sector editorial español tiene debilidades estructurales”



José Antonio Millán
La industria española del libro, que representa el 1 por 100 del PIB, muestra una serie de carencias que obligan a una urgente revisión y reconversión de áreas fundamentales de la cadena. Así se desprende de la entrevista que la revista Unelibros publica con uno de los mayores especialistas del mundo del libro, editor digital, escritor, lingüista y experto en nuevas tecnologías. José Antonio Millán escribe desde hace años el bloghttp://jamillan.com/librosybitios/, y está activo en Twitter:https://twitter.com/librosybitios

“La verdad es que la edición española está en un momento malo, por el descenso del consumo, los cierres de librerías, las dificultades para entrar en una edición digital competitiva, como consecuencia del IVA, y de los obstáculos que aún están poniendo ciertos autores y agentes literarios…”, afirma José Antonio Millán, antes de desgranar los problemas propios de nuestra industria editorial: “El sector editorial español tiene debilidades estructurales en la distribución y comercialización. Es un sector con unas carencias terribles en el terreno de los datos, de la información: el editor carece de información granular sobre lo que pasa con sus obras, y de esa manera solo puede avanzar a tientas. Pero a nivel de subsectores da la impresión de que ocurre lo mismo: las asociaciones de libreros tienen malos datos, los gremios de editores, también. Esto no se compensa con los comentarios de los lectores que el editor recoja en su sitio en Facebook, ni con que subcontrate a un gabinete de medios para llevar su cuenta de Twitter… Así no se puede seguir, porque las disfunciones del sistema acrecientan los problemas que pueda haber a nivel macroeconómico, y además tienen efectos multiplicadores: pienso en el círculo vicioso sobreproducción editorial / cierres de librerías / crisis del consumo, por ejemplo. Y otras cuestiones pendientes, como el mercado americano, al que hay que considerar más como un área con clientela a la que servir, y menos como un lugar donde enviar los excedentes. O la todavía más pendiente cuestión de editar en inglés, traducciones de la ficción local u obras científico-técnicas…”.


P. Publicaba El País que 7 de los 10 libros más vendidos por Amazon en su primer año en España son autoeditados. ¿Qué lectura deberían hacer los editores tradicionales de estas cifras?

R. La desintermediación en el sector editorial es una recurrente profecía de los tiempos digitales. La cuestión de la autoedición tiene dos caras: desde el punto de vista de los autores, carga sobre ellos una serie de funciones (edición, corrección, maquetación, incluso cubierta) que probablemente no estén preparados para hacer. El resultado pueden ser incontables horas perdidas, tras las muchas dedicadas a la pura escritura, para luego llegar a un resultado muchas veces de poca calidad. Claro, que parte del negocio que hacen editoriales o distribuidoras que acogen proyectos autoeditados puede ser la asesoría en estas tareas, o incluso que el autor se las subcontrate. Otro aspecto que puede interesar a un gran distribuidor/vendedor como Amazon es detectar antes que nadie, y en su propio terreno, qué autores nuevos, autoeditados, tienen posibilidades de entrar en el mainstream, y adelantarse a contratarlos en condiciones “normales”.

La entrevista completa en Unelibros Primavera 2013 (págs. 12-14)