viernes, 30 de noviembre de 2012

La crisis económica acelera la conversión de las revistas científicas universitarias en digitales


Revistas científicas de la USC
  • Ayudadas por el software de código abierto Open Journal System
  • La Universidad de Santiago de Compostela, una de las primeras en transformar las 21 publicaciones periódicas que edita

“El desarrollo paulatino de las nuevas tecnologías y su aplicación a los modos tradicionales de la edición y la comunicación, la posibilidad de socializar el conocimiento científico en Internet a través de políticas de acceso abierto, un incremento exponencial del impacto de la edición científica en su forma digital, y, como circunstancia coyuntural pero de enorme peso, una reducción muy intensa de los recursos financieros, han sido los factores determinantes de que la conversión del papel al digital haya podido plantearse en las universidades casi como un «imperativo categórico». Con estas palabras, Juan Blanco, director de Publicaciones de la Universidad de Santiago de Compostela y miembro de la Junta Directiva de la UNE, ha resumido esta mañana las circunstancias que han influido en el cambio vertiginoso experimentado por las revistas científicas de las universidades españolas en los últimos años.

Blanco, que se encuentra participando en el Simposio de revistas de letras. Visibilidad, proyección, calidad, que organizado por la Red de revistas científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, la Universidad de La Laguna y el Gobierno de Canarias, con la colaboración de la UNE, se está celebrando ayer y hoy en la Universidad de la Laguna, ha apuesto como ejemplo de esta transformación las veintiuna revistas científicas que edita la Universidad de Santiago de Compostela: “Como herencia característica de una universidad antigua, algunas de nuestras revistas son continuación de publicaciones germinadas en la posguerra y otras fundadas hace cerca de cuarenta años. Una situación así genera un statu quo en el que las inercias de funcionamientos pasados hace especialmente complejo un cambio radical en las formas de edición, pues el «apego al papel» y sus funcionamientos derivados, por una parte, y las diferencias de sensibilidad en relación a la «brecha digital», son muy profundas”, ha explicado. Aún así, “la imposición de una realidad insoslayable ha contribuido a vencer las eventuales reluctancias por parte de los gestores académicos de las revistas”, ha añadido Juan Blanco.

En este proceso de transformación, las revistas científicas universitarias están contando con la ayuda del software de código abierto Open Journal System, desarrollado por la iniciativa sin ánimo de lucro Public Knowledge Project. A juicio de Blanco, “la solución ideal para una transición digital que da respuesta y cobertura a todos los interrogantes y eventuales lagunas que el abandono del papel provoca”. El director de Publicaciones de la Universidad de Santiago de Compostela no ha ahorrado elogios para esta herramienta informática que su Universidad ha implantado en la edición de las revistas: “Es abierta, intuitiva para autores, responsables académicos de la revistas y editores. Al ser de código abierto (no propietario y sin copyright), OJS es perfectamente adaptable a la realidad concreta de cada universidad y pensado y diseñado para aprovechar al máximo la potencialidad de la edición digital en términos de su impacto, visibilidad y difusión ad infinitum en la tela de araña de Internet”.

Juan Blanco, que ha señalado que OJS ha sido ya adoptado por un buen número de universidades para la edición de sus revistas científicas, ha mencionado otras ventajas de este software: la simplificación y el control más eficiente de toda la gestión científica y de preimprenta, la reducción de costes de producción, la eliminación de problemas de almacenaje y gastos de logística”.


Ver la entrevista de Prensa UNE a Juan Blanco sobre las revistas científicas

jueves, 29 de noviembre de 2012

Declaraciones de Federico Morán, secretario general de Universidades, a los medios de comunicación de Salamanca

El secretario general de Universidades, Federico Morán, durante su asistencia y participación en la Asamblea General de la UNE, celebrada en la Universidad Pontificia de Salamanca el pasado 22 de noviembre, atendió a los medios de comunicación, que le formularon varias preguntas sobre la edición universitaria.


martes, 27 de noviembre de 2012

Juan Blanco: “El reto de las revistas científicas es armonizar innovación y calidad”

  • Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Santiago de Compostela y miembro de la Junta Directiva de la UNE

Juan Blanco
La UNE ha colaborado con la Red de revistas científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, la Universidad de La Laguna y el Gobierno de Canarias en la organización del Simposio de revistas de letras. Visibilidad, proyección, calidad, que se celebrará en la Universidad de La Laguna los día 29 y 30 de noviembre de 2012. Juan Blanco, director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Santiago de Compostela, quien contribuirá a las reflexiones de estos días con la conferencia titulada “Inercias del pasado, exigencias del futuro: el proyecto digital de revistas de la Universidad de Santiago de Compostela”, contesta a unas preguntas ante esta cita.


P. Hace tres años la UNE colaboró con la FECYT en unas jornadas para la profesionalización de las revistas científicas. Se barajaba entonces la cifra de 1500 revistas científicas en España (algunas fuentes llegaban hasta 3000). Tres años después, ¿podríamos saber cuántas revistas científicas tiene nuestro país?

R. Es una cuestión que no tiene una respuesta fácil, y ya desde su planteamiento, pues tampoco responde a un criterio sistemático el propio concepto de revista científica. El directorio de revistas de la base de datos bibliográficas del CSIC (http://bddoc.csic.es:8080/ ) maneja a día de hoy un censo de 2438 revistas vivas (240 en biomedicina; 271 en ciencia y tecnología; y 1927 en ciencias sociales y humanidades), pero, según algunas fuentes autorizadas, si sometemos este censo al filtro restrictivo del proceso peer review (revisión por pares) no pasarían de 500.

P. ¿Qué ha influido más en la evolución de estas publicaciones en estos últimos años, la crisis económica o el desarrollo tecnológico?

R. La pregunta me evoca un titular del diario El País, que, refiriéndose a la coyuntura actual del libro, se refería hace no mucho, con símil cinematográfico, a la «tormenta perfecta». Yo creo que, en efecto, una crisis de recursos financieros sin precedentes, que ha golpeado con especial contundencia los recursos públicos, y un embate digital, que ya no admite dilaciones, definen las condiciones de una «tormenta perfecta» que ha soliviantado los cimientos de la cultura editorial tradicional. Esto ha tenido repercusiones especialmente intensas en el entorno universitario pero, desde mi punto de vista, de un modo, aunque resulte paradójico, bastante positivo. Es decir, veo una lectura constructiva o, por así decir, «pedagógica» en la crisis: creo que nos ha ayudado a los gestores editoriales a tomar decisiones difíciles, probablemente mucho más contestadas en tiempos de bonanza. En el caso de las revistas, cuando la transición digital se argumenta ―además de por sus evidentes ventajas en términos de impacto y visualización― sobre el imperativo insoslayable que impone la imposibilidad financiera de seguir manteniendo su edición en papel, no parece que, pese a reluctancias y escrúpulos inevitables, haya mucho sobre lo que argumentar una permanencia a ultranza del papel.

P. Se comentó en aquella reunión que el Espacio Europeo de Enseñanza Superior obligaba a una renovación, reorganización e innovación de las revistas científicas. ¿Se han cumplido estas exigencias?

R. Pese a que existe una zona de actividad y acción más o menos común, las universidades son, por definición, organismos autónomos, que trabajan con ritmos, cadencias, exigencias y niveles de competencia y responsabilidad diferentes. Hay universidades que editan decenas de revistas y otras que editan muy pocas; hay universidades con perfiles técnicos y otras con perfiles más humanísticos; hay universidades modernas, virtuales por definición, con «parques» docentes más jóvenes y más proactivas tecnológicamente, y otras universidades «senior», antiguas, con profesorado más envejecido, donde tal vez una «inmigración digital» más superficial y las inercias de funcionamientos pasados pesan más. Es comprometida una respuesta a la pregunta que usted plantea sin acudir a un análisis pormenorizado y sistemático de los comportamientos en cada caso: nivel de adecuación a estándares internacionales, presencia del inglés y apertura externa de la publicación, sometimiento a procesos de peer-review y eficiencia de estos, implantación o no de plataformas bajo OJS… Pero de lo que no cabe duda es de que el EEES ha obligado a una modificación ―no entro a valorar si positiva o no en todos los casos― muy profunda de los comportamientos universitarios: docentes e investigadores, y, también, por carambola, editoriales, porque no olvidemos que la editorial de una universidad no es más que el órgano de transferencia social de la investigación científica y la cultura escrita que la universidad genera. Yo creo, en consecuencia, que todos, promotores y gestores editoriales de revistas científicas, nos hemos puesto o nos estamos poniendo las pilas en este proceso de renovación, reorganización e innovación.

P. ¿El esfuerzo se ha hecho por igual en estas tres recomendaciones?

R. Son tres líneas de trabajo absolutamente interrelacionadas, en las que dos son a modo de corolario de otra: la necesidad de innovar, de ofrecer resultados más o menos únicos u originales (factor en el que se fundamenta la demanda de una revista y, en consecuencia, su mayor impacto) es el resultado de nuevas exigencias en un escenario académico y científico-técnico en permanente mudanza. Ello ha traído, como lógica consecuencia, la renovación y la reorganización de las revistas, en un proceso que atañe a todas sus áreas de acción: rigor en los compromisos de periodicidad; nuevos criterios, más exigentes, en cuestiones de diseño editorial y disposición de los contenidos; mayor coherencia en todas las políticas editoriales; claridad en los criterios de evaluación, aceptación de originales y presentación de los mismos; externalización de los staffs y del elenco de autores; incluso me atrevería a afirmar que renovación generacional de los mismos responsables de las revistas. Ahora bien, me gustaría puntualizar algo: la innovación es, máxime desde la entrada en vigor del EEES, una obsesión muy à la mode en la universidad española contemporánea y su, digamos, «canonización» lleva casi a la conclusión perversa de que todo lo que se ha hecho hasta ahora en nuestras universidades es malísimo, y de ahí la necesidad de innovar. Este me parece un argumento muy injusto, además de falaz. En sí mismas, innovación y originalidad no son, como a menudo se nos quiere hacer creer, sinónimos absolutos de calidad. El resultado de una investigación puede ser muy innovador y original y, al tiempo, metodológicamente reprobable, poco riguroso o sistemático, de manera que su autor puede recibir elevados índices de impactos en los que se le cita siquiera sea para decir lo malo que es. Y, al contrario, algo puede tener gran calidad y no ser ciertamente innovador en su metodología, presentación y resultados. En esto, los funcionamientos y dinámicas de las ciencias técnicas y «de la bata blanca», por una parte, y las humanidades y ciencias sociales, por otra, son muy diferentes. El reto, creo, está en armonizar innovación y calidad.

P. La FECYT le acaba de incluir en un grupo de trabajo que estudia las estrategias, políticas e infraestructuras del acceso abierto en España. ¿Cómo se está implementando la Ley de la Ciencia aprobada en la anterior legislatura que obliga a publicar en abierto los resultados de la investigación de las universidades?

R. Yo creo que a un ritmo razonable, dado que estamos hablando de un proceso muy complejo que afecta a una multiplicidad de sectores y sensibilidades de la vida universitaria. En este tipo de transiciones, las prisas y las ansiedades siempre son muy malas consejeras. Autores, bibliotecarios, responsables de campus virtuales y áreas TIC, editores, políticos, asesorías jurídicas… deben formar frentes comunes para dar una salida satisfactoria y sensata a la filosofía del acceso abierto. En aquellas universidades e instituciones donde estos frentes se han constituido y puesto a trabajar coordinadamente, se han logrado resultados encomiables. Hoy día, varios repositorios de universidades españolas y otras instituciones son ejemplares y un referente de buen funcionamiento y respuesta a las exigencias de la Ley de la Ciencia que usted menciona. Y fíjese que, incluso en tiempos tan duros de crisis, no me parece que esos buenos resultados sean producto de alardes financieros extraordinarios sino de una definición clara de políticas y, de nuevo, de una reorganización inteligente de los recursos, y me refiero ahora más a los efectivos humanos que a los aportes dinerarios.

P. ¿Qué papel tienen las revistas científicas tras la aprobación de esta Ley que exige acceso abierto para el conocimiento científico?

R. Un papel crucial. Permítame una ejemplificación muy simple pero elocuente: el número de archivos alojados en el repositorio institucional de la Universidad de Santiago por su Servicio de Publicaciones es de alrededor de 5000. De estos, y descontada una veintena de libros digitales nativos en acceso abierto, en torno a 800 corresponden a tesis doctorales y más de 4000 a artículos de revistas. Cuando la iniciativa de Budapest y la declaración de Berlín para el acceso abierto mencionan el «conocimiento erudito» están, en lo fundamental, refiriéndose implícitamente a las revistas científicas. Parece, en este punto, revelador recordar que la descripción de la doble hélice del ADN fue publicada por Crick y Watson en 1953 en una revista científica.

P. Hasta la llegada de Internet las revistas científicas validaban el conocimiento científico. ¿Podría asegurarnos que eso sigue siendo así? ¿Hasta cuándo?

R. Sí, en efecto, como acabo de manifestar con el ejemplo de Crick y Watson, desde el cambio de paradigma en la comunicación científica que opera tras la Segunda Guerra Mundial y en la que el inglés se erige en koiné para la ciencia, son las revistas científicas las que, en buena parte de los casos, han venido sancionando la evolución de la ciencia, lo que es especialmente notable en las áreas biomédicas. Quiero ver en la irrupción de Internet algo positivo y no situarme en una permanente satanización de la red. Pensar en las consecuencias que hubiera tenido el descubrimiento de Crick y Watson en la era de Internet produce escalofríos. No soy capaz de evaluar con todo rigor en qué medida la fluidez e inmediatez en la intercomunicación de los científicos de todo el planeta ha tenido extraordinarias consecuencias en temas como el desarrollo de células madre, el mapa genético o los tratamientos contra el cáncer, pero intuyo, con fundamento, que esa medida ha debido ser mucha. Un asunto distinto es convertir, de una manera un tanto frívola, a Internet en el poder canonizador del siglo XXI y deducir, de forma absurdamente automática, que todo aquello que tiene un mayor impacto o presencia en la red es necesariamente de mayor calidad o trascendencia social. En este respecto, creo que Internet es un trasunto de la vida real. Nature o Science non son las mejores revistas del mundo en sus áreas por arte y gracia de Internet: es Internet quien las refleja de un modo preponderante en razón de su calidad. Internet puede hacer muchas cosas pero, seguramente, no hace milagros. Al menos, de momento…

P. Intervendrá en el simposio sobre Revistas de Letras que se va a celebrar los días 29 y 30 de noviembre en la Universidad de La Laguna, con una conferencia titulada “Inercias del pasado, exigencias del futuro: el proyecto digital de revistas de la Universidad de Santiago de Compostela”. ¿Por qué es exportable el modelo que usted ha desarrollado?

R. Bueno, yo no lo llamaría «conferencia». Quiero llevar a ese simposio simplemente la narración de un proceso de cambio, en la esperanza de que atice un debate siempre necesario y fructífero en épocas de transición y, también, de que pueda servir de orientación e incluso estímulo para quien esté pensando en un proceso parecido. Y que conste que voy a hacerlo yo como podrían hacerlo perfectamente colegas de otras universidades en donde ya se ha implantado un sistema de gestión y edición digital de revistas científicas. ¿Por qué es exportable este sistema? La plataforma sobre la que estas universidades hemos ejecutado la transición digital es nuestras revistas es Open Journal System (OJS), un software estándar e internacional, desarrollado por la iniciativa PKP (Public Knowledge Project), que, como su nombre insinúa, es abierto, intuitivo, corporativo para autores, responsables académicos de la revistas y editores, perfectamente adaptable a la realidad concreta de cada universidad y pensado y diseñado para aprovechar al máximo la potencialidad de la edición digital en términos de su impacto, visualización y difusión ad infinitum en la tela de araña de Internet. Simplificación y control más eficiente de toda la gestión científica y de preimprenta; reducción de costes de producción; eliminación de problemas de almacenaje y gastos de logística; mayor impacto y visibilidad … no parecen argumentos frívolos o intrascendentes ¿no?

P. La evaluación de la calidad de estas publicaciones y sus contenidos parece que es un tema sin resolver. ¿Tiene la UNE una propuesta en este sentido?

R. Yo no diría que es un caso sin resolver, sino, más bien, una dinámica permanentemente cuestionada y sometida a criterios no sólo diversos sino en muchos casos incoherentes y que generan malestar en los responsables académicos de las revistas, que ven cómo un trabajo que ellos entienden riguroso, serio y de calidad no se ve compensado en la consideración de las agencias y entidades que efectúan y publican evaluaciones en este sentido. En ocasiones, ocurre que los mismos criterios de evaluación se aplican indistintamente a revistas de naturaleza y objetivos muy diferentes, de lo que resultan inevitablemente disfunciones y eventuales agravios, o que esos criterios no se explicitan con suficiente transparencia. Por otra parte, establecer una ecuación entre el factor de impacto y la calidad es, como antes insinuaba, una falacia. Una investigación sobre un tema muy concreto, que no genere grandes expectativas de recepción, puede ser de extraordinaria calidad pero obtendrá probablemente discretos índices de inmediatez e impacto. De hecho, se han publicado ya trabajos que alertan sobre el factor de impacto como único criterio de medida de la calidad y proponen criterios correctivos de gran interés. La UNE tiene una misión orientadora y formadora en este tema como en otras muchas acciones estratégicas para la edición universitaria y creo que ha llevado a cabo un ingente trabajo en materia de calidad editorial y visibilidad de las revistas de sus asociados (el catálogo UNErevistas ha sido, en este sentido, un buque-insignia), colaborando con las agencias y haciendo valer buena parte de la problemática que he expuesto.

P. ¿Qué conceptos que se han estado midiendo o evaluando hasta ahora han dejado de tener sentido como consecuencia del desarrollo tecnológico? ¿Qué otros nuevos habría que tener en cuenta?

R. Acabo de referirme a las limitaciones del factor de impacto, pero no cabe duda de que seguirán siendo preponderantes los conceptos que hasta ahora han dimensionado el impacto y la difusión en función de las citas y la presencia en bases de datos, no sólo en cuanto a su número sino en cuanto al prestigio y consideración de las mismas (JCR o Scopus son índices paradigmáticos en este sentido). Pero es perfectamente perceptible también que han ido apareciendo medidores nuevos, relacionados con la mayor visibilidad y por lo tanto con un incremento de los usos. Ahora debemos evaluar usos (visitas, descargas, comportamientos…) y, en consecuencia, usuarios (tipologías, procedencia geográfica…), y tendremos que diferenciar por tipología y objetivos de las revistas: de investigación, de divulgación, culturales, de creación…

P. Internet ¿realmente ha ampliado los públicos de revistas científicas o los lectores siguen siendo la comunidad investigadora?

R. Como decía antes, Internet no hace milagros. Lógicamente, la red ha contribuido a que el espectro de público potencial de cada revista haya podido incrementarse en razón de la facilidad de su acceso pero no creo que el carácter de este público, digamos, «cautivo», constituido por estudiantes, docentes y/o investigadores especializados en, no sé, la microbiología, la enfermería o la historia moderna, haya variado substancialmente en su perfil. Estoy seguro que, desde que el BOE está disponible en Internet, se consulta exponencialmente más que antes, cuando su búsqueda y acceso eran una tarea molesta. Pero no creo que lo lean los niños… Por otra parte, y en relación a lo expresado antes, Internet no sólo faculta, digamos, «llegar más», sino «llegar mejor»; es decir, facilita a los editores el análisis tipológico de comportamiento, accesos y descargas a sus contenidos, lo que, a su vez, estimula el establecimiento de estrategias de gestión, contenidos y accesos, pero, en fin, estamos al comienzo de esa andadura. A corto-medio plazo veremos los efectos de todo esto. Finalmente, claro, hay revistas y revistas. Por ejemplo, la Universidad de Santiago edita desde los años 80 una revista de creación poética, Dorna, cuyo ingreso digital en Internet va a implicar con seguridad una variación tipológica de público. Es el caso concreto de una revista más cultural que científica, pero seguro que hay muchos más.

P. Conocimiento abierto, derechos de autor y rentabilidad económica parecen conceptos opuestos que, sin embargo, tienen que ser implementados simultáneamente por los editores universitarios. ¿Cómo se vive esta aparente contradicción?

R. Se vive, al menos desde el punto de vista de los editores y productores de contenidos científicos, con espíritu constructivo pero también con cautela y sensatez. Desde la emergencia y estandarización de la Internet, y las consecuentes iniciativas internacionales en materia de acceso abierto al conocimiento, como la Iniciativa de Budapest (2002) o la Declaración de Berlín (2003), los países del primer mundo han ido adaptando a esta nueva filosofía sus prácticas y acciones en cuanto a la difusión de los resultados de la investigación científica, que se desarrollan, de un modo muy especial, en sus universidades y centros públicos. En el caso concreto de España, el preámbulo de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación enfatiza el compromiso con la difusión universal del conocimiento, mediante el posicionamiento a favor de las políticas de acceso abierto a la información científica, declaración de carácter genérico que se hace eco del desarrollo exponencial que los repositorios de contenidos digitales de las universidades españolas han conocido en los últimos años. El papel de los editores universitarios en cuanto productores de contenidos científicos y responsables de transferir buena parte del conocimiento generado en sus universidades, es, por lo tanto, clave en el desarrollo de los repositorios, pues entre sus estrategias está traducir las potencialidades de Internet y al acceso abierto en términos de impacto, visualización y calidad. Pero la propia naturaleza de la actividad editorial (protección de derechos patrimoniales derivados de la propiedad intelectual y búsqueda legítima de un retorno económico de la inversión en producción) impone limitaciones, o cuando menos ineludibles matices, a la difusión en acceso abierto. Creo que en los años venideros se irán definiendo poco a poco estos matices e implementado políticas y marcos legales para la armonización de un objetivo tan trascendente como la socialización del conocimiento y la protección de legítimos intereses.



NOTA PARA LAS REDACCIONES. Esta entrevista se puede utilizar íntegra o en parte por los medios de comunicación.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Los editores universitarios iberoamericanos buscan en la FIL una estrategia común




Cartel del V Foro Internacional de Edición Universitaria

Lluís Pastor, recién elegido presidente de la UNE, participa hoy y mañana en el V Foro Internacional de Edición Universitaria y Académica que, bajo el título “Cero fronteras: hacia la libre circulación del libro académico y universitario”, ha organizado la FIL y la Editorial Universitaria de la Universidad de Guadalajara.

Los editores universitarios, a uno y otro lado del atlántico, coinciden en que la edición universitaria es una de las principales herramientas de divulgación del conocimiento. “Sin embargo –dicen- su difusión, comercialización e intercambio se mantienen como los mayores retos por resolver. Por ello es imprescindible crear estrategias colectivas que promuevan e impulsen la distribución de las publicaciones en Iberoamérica”.

El objetivo de este V Foro es, por tanto, intentar perfilar algunas soluciones a estos desafíos y para ello “la reunión pone sobre la mesa de discusión temas clave que permiten mayor visibilidad y proyección de las publicaciones de las instituciones de educación superior a través de la explotación y el intercambio de contenidos, tomando en cuenta las diversas modalidades y soportes de la actualidad”. 

Se trata, en definitiva, de ”brindar una estrategia colectiva que aporte mayor visibilidad a las publicaciones de las instituciones de educación superior y refuerce el papel de la edición universitaria como uno de los mejores instrumentos para la difusión de la ciencia, el arte y las humanidades”.

El presidente de la UNE participará en el primer panel del programa, que versará sobre “El intercambio y la explotación de contenidos. Tecnologías y derechos”. Le acompañarán en la discusión Gonzalo Álvarez, presidente de la Editorial de la Universidad de Buenos Aires (Eudeba), Argentina; y Ronald Schild, director ejecutivo de MVB Marketing und Verlagservice des Buchhandels GmbH, Alemania. Moderará Guillermo Chávez Sánchez, coordinador de Publicaciones Digitales, Dirección General de Cómputo y Tecnologías de Información y Comunicación (UNAM), México.

Lluís Pastor mantendrá además reuniones con representantes de organizaciones del libro y asociaciones de editores universitarios de varios países de América Latina, entre ellas la Red de Editoriales de las Universidades Nacionales de Argentina y el CERLAC (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y El Caribe).

Editoriales universitarias españolas presentes en la FIL

Bajo el pabellón de la UNE, cuarenta y seis editoriales universitarias españolas, han llevado a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara (México), que se está celebrando del 24 de noviembre al 2 de diciembre, cuatrocientos títulos destacados y un total de 1666 ejemplares que serán vendidos posteriormente en las librerías mexicanas.

Asisten las editoriales y servicios de publicaciones de las siguientes universidades: Alcalá, Almería, Autònoma de Barcelona, Autónoma de Madrid, Barcelona, Burgos, Cádiz, Cantabria, Castilla-La Mancha, Católica San Antonio de Murcia, Complutense de Madrid, Córdoba, Deusto, Europea Miguel de Cervantes, Extremadura, Granada, Illes Balears, Internacional de Andalucía, Jaén, Jaume I, La Laguna, La Rioja, Las Palmas de Gran Canaria, León, Málaga, Murcia, Oberta de Catalunya, Oviedo, País Vasco, Politécnica de Valencia, Pontificia Comillas, Pontificia de Salamanca, Salamanca, San Pablo CEU, Santiago de Compostela, Sevilla, UNED, Valladolid, Vigo, Valencia y Zaragoza. Y de los siguientes centros de investigación: Casa de Velázquez, Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Consello da Cultura Gallega y la Diputación Provincial de Sevilla.

Visibilidad, proyección y calidad de las revistas científicas de Letras


Simposio Revistas de Letras
Logo simposio

La UNE ha colaborado con la Red de revistas científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, la Universidad de La Laguna y el Gobierno de Canarias en la organización del Simposio de revistas de letras. Visibilidad, proyección, calidad, que se celebrará en la Universidad de La Laguna los día 29 y 30 de noviembre.

La Unión de Editoriales Universitarias Españolas viene trabajando con ahínco por el establecimiento de unos criterios que evalúen la calidad de las publicaciones editadas por las editoriales universitarias y precisamente este encuentro va a abordar la falta de valoración objetiva en una de las áreas más afectadas como son las Humanidades y, concretamente, las revistas científicas de Letras.

Por parte de la UNE asistirá Juan Blanco, director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Santiago de Compostela, quien contribuirá a las reflexiones de estos días con la conferencia titulada “Inercias del pasado, exigencias del futuro: el proyecto digital de revistas de la Universidad de Santiago de Compostela”.

Evaluación, calidad, bases de datos, índices, agencias, citas, competencia, formato, era digital, lengua de difusión, transnacional, evolución y reto serán algunas de las palabras clave en torno a las cuales girarán las más de veinte ponencias y conferencias que los asistentes escucharán durante estos dos días.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Lluís Pastor, director general de Editorial UOC, elegido presidente de los editores universitarios para el bienio 2012-2014


Junta Directiva de la UNE 2012-2014
Nueva Junta Directiva de la UNE. Foto: Rosa de Bustos

Las editoriales universitarias españolas han elegido hoy nueva Junta Directiva para los dos próximos años. Lluís Pastor, director general de Editorial UOC, ha sido elegido presidente y le acompañarán en este bienio la vicepresidenta Ana Isabel González (Universidad de Oviedo), la secretaria general Aránzazu García Pizarro (Universidad de La Laguna), la tesorera Herminia Calero Egido (UNED), y los vocales Belén Recio Godoy (Universidad Pontificia Comillas), Pedro Rújula López (Universidad de Zaragoza), Juan Luis Blanco (Universidad de Santiago de Compostela), Mª José Rodríguez (Universidad de Salamanca) y Mª Isabel Cabrera (Universidad de Granada).
Además de elegir el órgano de dirección de la asociación, que está integrada por 64 editoriales y servicios de publicaciones de las universidades y centros de investigación españoles (a partir de hoy 66 ya que se ha aprobado el ingreso de la Universidad Internacional de La Rioja y el Institut d’Estudis Catalans), los editores universitarios han aprobado un plan de trabajo para el bienio 2012-2014, que persigue la consolidación del trabajo realizado en los últimos años y establece la hoja de ruta ante las nuevas oportunidades que presenta el momento actual.

Señas de identidad
En dicho plan, recogido en el programa electoral presentado por la Junta Directiva elegida, se definen las que los editores universitarios quieren que sean señas de identidad de la edición universitaria y científica española: exigencia de calidad, liderazgo digital, defensa de la propiedad intelectual e imposición formativa. Cuatro banderas que la UNE está dispuesta a desplegar en las propias universidades, en el sector del libro y en los ámbitos editoriales universitarios europeo y latinoamericano, en los dos próximos años

jueves, 22 de noviembre de 2012

Reportaje fotográfico de la Asamblea General de la UNE 2012


Entregados los XV Premios Nacionales de Edición Universitaria


Premiados UNE 2012
Premios UNE 2012. Foto: Rosa de Bustos

La Universidad Pontificia de Salamanca  ha acogido hoy la entrega de los XV Premios Nacionales de Edición Universitaria, en una ceremonia a la que ha asistido el secretario general de Universidades, Federico Morán. Las diez obras premiadas fueron seleccionadas por un jurado independiente, de entre 119 candidaturas presentadas:
Las plantas en la Biblia (Universidad de Deusto y Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Premio a la obra mejor editada. El jurado consideró “las características y manejabilidad de la edición, el uso de los grabados y combinaciones de tintas en las ilustraciones así como el carácter interdisciplinar de la obra”.

El dibujo infantil en la evacuación durante la Guerra Civil (1936-1939) (Universidad de Málaga). Premio a la mejor monografía en las áreas de Ciencias Humanas y Sociales. Para el jurado, esta obra “ofrece una cuidada presentación de un tema de interés abordado desde una mirada novedosa, humanista y bien documentada”.

Hasta el infinito y más allá (Universidad de Cantabria). Premio a la mejor monografía en las áreas de Ciencias Experimentales y de Tecnologías. El jurado consideró que la obra “hace una presentación rigurosa de los conceptos de perspectiva y profundidad en el arte”.

Psicología del desarrollo II (UNED). Premio a la mejor monografía en las áreas de Ciencias de la Salud. El jurado destacó “el carácter didáctico y actual de la obra”.

Regalos, favores y donación de órganos (Universidad de Deusto). Premio a la mejor monografía en las áreas de Ciencias Jurídicas y Económicas. El jurado valoró “el carácter atractivo de su título y la actualidad del tema, que gira en torno a un tópico de gran actualidad jurídica”.

Divulgación Científica (Universidad de Sevilla). Premio a la mejor colección. El jurado destacó “el esfuerzo en la divulgación de contenidos científicos y académicos utilizando un lenguaje adecuado para todos los públicos”. La colección, con un número considerable de ejemplares y obras singulares ya publicados, ha sido premiada en ediciones anteriores. El jurado quiso hacer una mención especial en esta categoría a la colección Sapientia de la Universitat Jaume I “por el esfuerzo en la digitalización y difusión en abierto de los contenidos de la colección”.

Cosmos. Ensayo de una descripción física del mundo (Consejo Superior de Investigaciones Científicas con Editorial Catarata). Premio a la mejor coedición con una editorial privada. El jurado la consideró una edición “espléndida tanto en su contenido como en el tratamiento editorial”. Mención especial del jurado recibió en esta categoría la obra La razón siempre a salvo, de la Universidad de Oviedo y KRK ediciones.

Estudio y documentos para la historia de la diplomacia española en el siglo XVIII (Universidad de Córdoba y Universidad Rey Juan Carlos). Premio a la mejor coedición interuniversitaria. El jurado seleccionó esta obra “por el interés de la temática, el esfuerzo de investigación y la extensa recopilación de documentos de la época”.

Robert Boyle. (Universitat Jaume I, traducción de Joaquín Beltrán Serra y Luis Miralles). Premio a la mejor traducción. El jurado valoró “el esfuerzo de traducción de una obra clásica en latín”. “La elección de un autor complejo y referente  en la historia de la ciencia hacen de esta traducción una obra de gran interés”, subrayó.

Residuos industriales, sanitarios y agrícolas (Universidad Politécnica de Cataluña). Premio a la mejor edición digital y multimedia. El jurado destacó “el carácter innovador y pedagógico de la obra”. A juicio del tribunal,  “presenta un contenido interactivo amplio y atractivo así como un buen soporte bibliográfico”. El jurado valoró que la edición de la obra sea en español y catalán.

El jurado de esta edición estuvo integrado por José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura; Federico Morán Abad, secretario General de Universidades; Magdalena Vinent, directora general de CEDRO; Blanca Berasátegui, crítica literaria y directora de El Cultural de El Mundo; Laura Revuelta, redactora jefa del ABC Cultural; Amelia Castilla, responsable de Babelia de El País;  y Teresa M. Peces, directora de la revista Delibros. Video con la opinión del jurado.

I Premio Nacional de Investigación en Edición
Asimismo, en este acto,  se ha hecho entrega del I Premio Nacional a la Investigación sobre Edición Universitaria y Edición y Sociedad de la Información, que la UNE ha convocado este año por primera vez y que ha recaído en el grupo de investigación Electra de la Universidad de Salamanca por el trabajo titulado “El ecosistema del libro electrónico universitario”.
 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Uno de cada tres libros de las editoriales universitarias españolas es digital


Rueda de Prensa UNE en UPSA
Rueda de Prensa de la UNE en la UPSA. Foto. Rosa de Bustos

La Universidad Pontificia de Salamanca acogerá los días 22 y 23 de noviembre la asamblea general de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas (UNE), asociación que agrupa a las editoriales y servicios de publicaciones de 64 universidades y centros de investigación españoles. Ángel Galindo, rector de dicha Universidad, será el encargado de inaugurar la trigésimo primera edición de esta Asamblea de editores mañana, a las 09:00h.
Los más de 60 editores universitarios que se reunirán estos dos días en Salamanca se han marcado una apretada agenda para estas dos jornadas, que estarán protagonizadas por los debates sobre derechos de autor en Internet, libro electrónico, evaluación de la calidad y distribución internacional de los libros universitarios, la entrega de los Premios Nacionales de Edición Universitaria y la renovación de la Junta Directiva de la asociación para el bienio 2012-2014, entre otras actividades.

La UNE presentará en esta reunión una propuesta para el desarrollo de un sello de calidad en las ediciones universitarias. Proyecto que ha sido trabajado conjuntamente con AENOR y que los editores universitarios quieren someter próximamente a consideración de la ANECA y del Ministerio de Educación. Ana Isabel González, vicepresidenta de la UNE, y  Ramón Palacios, gerente de Calidad Avanzada de AENOR, serán los encargados de presentar el contenido de esta propuesta. En esta mesa redonda intervendrá el secretario general de Universidades del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, Federico Morán Abad.

Entrega de los XV Premios Nacionales de Edición Universitaria
El pasado mes de septiembre, un jurado independiente seleccionó los diez mejores libros universitarios de 2011. La entrega de los galardones tendrá lugar también mañana en el Hotel NH Puerta de la Catedral, en una ceremonia a la que asistirán editores, autores y autoridades universitarias.

Asimismo, en este mismo acto,  se hará entrega del I Premio Nacional a la Investigación sobre Edición Universitaria y Edición y Sociedad de la Información, que la UNE ha convocado este año por primera vez y que ha recaído en el grupo de investigación Electra de la Universidad de Salamanca por el trabajo titulado “El ecosistema del libro electrónico universitario”.

La elección de la Junta Directiva para el bienio 2012-2014, el ingreso de nuevos asociados, el nombramiento y entrega de medallas de honor a miembros que se han destacado por su trabajo en la asociación completan estas dos jornadas de la UNE en la Universidad Pontificia de Salamanca.

Impulso de la Universidad
Este programa ha sido presentado esta mañana en una rueda de prensa ofrecida por el rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, Ángel Galindo; Lluís Pastor, director general de Editorial UOC; Belén Recio, directora de Publicaciones de la Universidad Pontificia Comillas; e Inmaculada Delgado, directora de Publicaciones de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Para el rector de la UPSA, las editoriales universitarias son fuerzas impulsoras de la difusión del conocimiento en las universidades y, en este sentido, ha señalado que éstas deben ayudar a las instituciones universitarias a conectar con el ámbito empresarial, siguiendo así las recomendaciones de Bolonia.

Por su parte Lluís Pastor, miembro de la Junta Directiva de la UNE,  ha explicado la apuesta de las editoriales universitarias por la edición digital y tras subrayar que los lectores de los libros universitarios fueron los primeros que se incorporaron al ebook, ha anunciado que uno de cada tres libros publicados por las editoriales universitarias españolas es digital.

En la rueda de prensa ha intervenido también Belén Recio, responsable del área internacional de la UNE, quien ha explicado las alianzas que dicha asociación desea alcanzar con sus homólogas latinoamericanas para la distribución conjunta de fondos y la presencia coordinada en ferias internacionales.

Finalmente, la directora de Publicaciones de la Universidad Pontificia de Salamanca ha recordado el origen de la editorial de la UPSA y ha mencionado los retos actuales, que pasan por la edición digital y la calidad.

martes, 20 de noviembre de 2012

Entrega de los Premios Nacionales de Edición Universitaria



Logo Premios UNE
La Universidad Pontificia de Salamanca acogerá el próximo día 22 de noviembre la entrega de los XV Premios Nacionales de Edición Universitaria. De las 119 candidaturas presentadas, diez fueron seleccionados por un jurado independiente como los mejores libros universitarios del año:

Las plantas en la Biblia (Universidad de Deusto y Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Premio a la obra mejor editada. El jurado consideró “las características y manejabilidad de la edición, el uso de los grabados y combinaciones de tintas en las ilustraciones así como el carácter interdisciplinar de la obra”.

El dibujo infantil en la evacuación durante la Guerra Civil (1936-1939) (Universidad de Málaga). Premio a la mejor monografía en las áreas de Ciencias Humanas y Sociales. Para el jurado, esta obra “ofrece una cuidada presentación de un tema de interés abordado desde una mirada novedosa, humanista y bien documentada”.

Hasta el infinito y más allá (Universidad de Cantabria). Premio a la mejor monografía en las áreas de Ciencias Experimentales y de Tecnologías. El jurado consideró que la obra “hace una presentación rigurosa de los conceptos de perspectiva y profundidad en el arte”.

Psicología del desarrollo II (UNED). Premio a la mejor monografía en las áreas de Ciencias de la Salud. El jurado destacó “el carácter didáctico y actual de la obra”.

Regalos, favores y donación de órganos (Universidad de Deusto). Premio a la mejor monografía en las áreas de Ciencias Jurídicas y Económicas. El jurado valoró “el carácter atractivo de su título y la actualidad del tema, que gira en torno a un tópico de gran actualidad jurídica”.

Divulgación Científica (Universidad de Sevilla). Premio a la mejor colección. El jurado destacó “el esfuerzo en la divulgación de contenidos científicos y académicos utilizando un lenguaje adecuado para todos los públicos”. La colección, con un número considerable de ejemplares y obras singulares ya publicados, ha sido premiada en ediciones anteriores. El jurado quiso hacer una mención especial en esta categoría a la colección Sapientia de la Universitat Jaume I “por el esfuerzo en la digitalización y difusión en abierto de los contenidos de la colección”.

Cosmos. Ensayo de una descripción física del mundo (Consejo Superior de Investigaciones Científicas con Editorial Catarata). Premio a la mejor coedición con una editorial privada. El jurado la consideró una edición “espléndida tanto en su contenido como en el tratamiento editorial”. Mención especial del jurado recibió en esta categoría la obra La razón siempre a salvo, de la Universidad de Oviedo y KRK ediciones.

Estudio y documentos para la historia de la diplomacia española en el siglo XVIII (Universidad de Córdoba y Universidad Rey Juan Carlos). Premio a la mejor coedición interuniversitaria. El jurado seleccionó esta obra “por el interés de la temática, el esfuerzo de investigación y la extensa recopilación de documentos de la época”.

Robert Boyle. (Universitat Jaume I, traducción de Joaquín Beltrán Serra y Luis Miralles). Premio a la mejor traducción. El jurado valoró “el esfuerzo de traducción de una obra clásica en latín”. “La elección de un autor complejo y referente en la historia de la ciencia hacen de esta traducción una obra de gran interés”, subrayó.

Residuos industriales, sanitarios y agrícolas (Universidad Politécnica de Cataluña). Premio a la mejor edición digital y multimedia. El jurado destacó “el carácter innovador y pedagógico de la obra”. A juicio del tribunal, “presenta un contenido interactivo amplio y atractivo así como un buen soporte bibliográfico”. El jurado valoró que la edición de la obra sea en español y catalán.

El jurado de esta edición estuvo integrado por José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura; Federico Morán Abad, secretario General de Universidades; Magdalena Vinent, directora general de CEDRO; Blanca Berasátegui, crítica literaria y directora de El Cultural de El Mundo; Laura Revuelta, redactora jefa del ABC Cultural; Amelia Castilla, responsable de Babelia de El País; y Teresa M. Peces, directora de la revista Delibros. Video con la opinión del jurado.



I Premio Nacional de Investigación en Edición

Asimismo, en este acto, se hará entrega del I Premio Nacional a la Investigación sobre Edición Universitaria y Edición y Sociedad de la Información, que la UNE ha convocado este año por primera vez y que ha recaído en el grupo de investigación Electra de la Universidad de Salamanca por el trabajo titulado “El ecosistema del libro electrónico universitario”.



Entrega de los XV Premios Nacionales de Edición Universitaria

Día: 22 de noviembre de 2011

Hora: 16:00h

Lugar: Hotel NH Puerta de la Catedral

Las editoriales universitarias españolas celebran su reunión anual en Salamanca

UPSA
La Universidad Pontificia de Salamanca acogerá los próximos días 22 y 23 de noviembre la asamblea general de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas (UNE), asociación que agrupa a las editoriales y servicios de publicaciones de 64 universidades y centros de investigación españoles.

El rector de dicha Universidad, Ángel Galindo, y Lluís Pastor, director general de Editorial UOC y miembro de la Junta Directiva de la UNE, explicarán los objetivos y trascendencia de esta reunión en una rueda de prensa que se celebrará el día 21, a las 12:00h, en el Aula de Grados.

Los más de 60 editores universitarios que se reunirán estos dos días en Salamanca se han marcado una apretada agenda para estas dos jornadas, que estarán protagonizadas por los debates sobre derechos de autor, libro electrónico, evaluación de la calidad y distribución internacional de los libros universitarios, la entrega de los XV Premios Nacionales de Edición Universitaria y la renovación de la Junta Directiva de la asociación para el bienio 2012-2014, entre otras actividades.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Novedades de las editoriales universitarias españolas (15 de noviembre de 2012)

UNE

boletín UNE

Boletín de novedades 15 de noviembre de 2012

Universidad de Cantabria

El precio de mercado

Ejemplos de aplicación en el análisis histórico
Andrés Hoyo Aparicio

Estética

Magda Polo Pujadas

Neurología

Agustín Oterino Durán

Casa de Velázquez

Fundación Universitaria San Pablo CEU. CEU Ediciones

Universidad Complutense de Madrid. Servicio de Publicaciones

Universidade da Coruña

Universidad de Deusto

Lexicogénesis

Derivados y compuestos en la creación del vocabulario latino y castellano
Santiago Segura Munguía

Diputación Provincial de Sevilla

Universidad de Murcia

Lecciones de gramática y ortografía castellana

ESTUDIO INTRODUCTORIO DE RICARDO ESCAVY ZAMORA
DIEGO CLEMENCÍN VIÑAS

Universidad Nacional de Educación a Distancia UNED

El Cantar de Mio Cid. Estudio y edición crítica

Juan Julián VICTORIO MARTÍNEZ

Universidad Pontificia de Salamanca

Universitat Rovira i Virgili

Alimentación, salud y cultura: encuentros interdisciplinares

Varios autores; Coordinación general de: Mabel Gracia Arnaiz

Compromiso y competitividad en las organizaciones

El caso de una empresa aeronáutica
Jesús Araujo Montahud; Ignasi Brunet Icart

II Pla d'Igualtat de la URV

Universitat Rovira i Virgili

Musica Caelestis

Reflexions sobre Música i Símbol
Josep Maria Gregori i Cifré

Universidad de Salamanca

Empiricism and analytical tools for 21 Century applied linguistics

selected papers from the XXIX International Conference of the Spanish Association of Applied Linguistics (AESLA)
Coordinación editorial de: Izaskun ELORZA; Ovidi CARBONELL I CORTÉS; Reyes ALBARRÁN; Blanca GARCÍA RIAZA; Miriam PÉREZ-VENEROS

Visiones y revisiones de la independencia americana

subalternidad e independencias
Coordinación editorial de: Izaskun ÁLVAREZ CUARTERO; Julio SÁNCHEZ GÓMEZ

Universidad de Valladolid

ANALES DE ESTUDIOS ECONOMICOS Y EMPRESARIALES 21 (2011)

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES