jueves, 3 de marzo de 2016

Sebastián Grinschpun: “Las empresas están viendo la utilidad de usar la luz sincrotrón para mejorar algunos procesos industriales”


  • Autor del libro La luz de sincrotrón. Descubrir la estructura de la materia, publicado por Editorial UAB 

Bajo el título “La luz de sincrotrón” y basada en el libro “ La luz de sincrotrón. Descubrir la estructura de la materia”, del divulgador científico Sebastián Grinschpun, anoche se celebró la tercera conferencia del ciclo “Divulgar en la calle”, organizado por la Universitat Autònoma de Barcelona y la librería Documenta, que se está desarrollando desde enero hasta junio en el espacio UNE de la citada librería. Con este motivo, hablamos con el científico en esta entrevista.



P. Cuando en 2010 se instaló el sincrotrón Alba en Cerdanyola del Vallès junto al campus de la Universitat Autònoma de Barcelona se habló mucho de esta máquina. Recuérdenos, ¿qué es y para qué sirve?

R. Un sincrotrón es una fábrica de luz, una luz con características muy especiales que la convierten en una herramienta muy útil para investigar el interior de la materia. Primero esa luz se tiene que crear, se tiene que “encender la bombilla”, y para eso hace falta un acelerador de partículas. Luego esa luz se tiene que usar, y para eso existen las diferentes líneas de luz donde se hacen los experimentos. Al final lo que tenemos es una infraestructura de primer nivel para la investigación científica. Para entender las cosas que nos rodean y nos pasan, y también para innovar y desarrollar nuevos productos muchas veces hace falta estudiar el detalle más íntimo de la materia. Para eso sirve un sincrotrón.



P. Leemos en el prólogo que este libro busca hacer comprensible el funcionamiento del sincrotrón Alba. ¿A quién y para qué?

R. El Sincrotrón Alba es una herramienta que es patrimonio de todos. No porque todos debamos usarla, sino porque su función en el mundo es para todos nosotros. Ya sea en el diseño de nuevos medicamentos o en el estudio de nuevos materiales, las líneas de luz de un sincrotrón encajan directamente con cuestiones del día a día que nos preocupan como las enfermedades o las próximas innovaciones tecnológicas. Hablar de una infraestructura científica como el sincrotrón es otra manera de abordar estas cuestiones, en este caso desde la perspectiva de los investigadores.



P. Fuera de la Física ¿se conocen suficientemente las posibilidades del sincrotrón para la investigación en otras áreas de conocimiento?


R. Los sincrotrones surgen de la física de altas energías pero rápidamente se convierten en herramientas para otras áreas del conocimiento. La química, la biología, la ciencia de materiales,...necesita de las características de la luz sincrotrón para algunas de sus investigaciones. Y es más, las empresas cada vez más están viendo la utilidad de usar la luz sincrotrón para mejorar las características de algunos procesos industriales. No sucede lo mismo con otros aceleradores, como los colisionadores, que principalmente son usados por físicos tratando de resolver preguntas fundamentales de la naturaleza.



P. Cuáles son los campos de aplicación de la luz de sincrotrón y que avances científicos puede ofrecernos.

R. Muchos y en diversos campos. Los científicos que hacen sus experimentos en el sincrotrón se hacen preguntas muy diversas dependiendo de su área de investigación, pero todos tienen algo en común: buscan la respuesta en lo más íntimo de la materia. Un nuevo medicamento, un nuevo material o un nuevo proceso químicos surgen de interrogar a la materia con esa luz tan brillante que es la luz de sincrotrón. Así que en un sincrotrón se pueden encontrar investigaciones sobre el cerebro, sobre meteoritos, obras de arte, comida, pigmentos, nuevas tecnologías,... hay muchísimas aplicaciones..



P. Sabemos que es posible acelerar partículas diminutas como electrones a velocidades cercanas a la de luz, pero, ¿cómo se pasa de ahí a ser capaces a analizar la estructura de, por ejemplo, un virus, por este método de aceleración de partículas?


R. El objetivo de un sincrotrón es crear la luz ideal para estudiar el interior de la materia. Y para conseguirlo se aceleran electrones hasta velocidades cercanas a la de la luz y se les somete a campos magnéticos que curvan su trayectoria. Eso es lo mismo que pasa en la vía láctea o en la nebulosa del cangrejo, las partículas a grandes velocidades atraviesan campos magnéticos y desprenden una luz que conocemos como luz de sincrotrón. De vuelta en la Tierra, esa luz que se genera en el acelerador se controla y se dirige para, por ejemplo, estudiar la estructura de una molécula cristalizada. Otro tipo de luz no les serviría a los científicos, necesitan la energía y el brillo de la luz sincrotrón para responder las preguntas que tienen. Ahí es donde el sincrotrón pasa de ser un acelerador a ser un máquina de respuestas y soluciones.



P. ¿Qué peculiaridades tiene la luz de sincrotrón ante otros tipos de radiación electromagnética?

R. La luz de sincrotrón que se produce en los aceleradores suelen ser rayos X paralelos, estrechos y de gran intensidad. Otra propiedad es que es muy brillante. Se suele decir que es brillante como diez mil millones de soles. Conocemos otras formas de hacer rayos X, pero ninguna crea una luz tan brillante. Otras características es que es blanca, es decir que se puede elegir la energía de la luz dentro de un abanico de posibilidades. Y eso es muy práctico a la hora de diseñar experimentos. Otra cualidad es que la luz está pulsada, así que además de fotos se pueden hacer vídeos con luz sincrotrón. La polarización de la luz sincrotrón también es una de las cualidades más valoradas.



P. Luz de sincrotrón, ondas gravitatorias, bosones… ¿Está la física moderna viviendo un gran momento?

R. La física fundamental busca responder grandes preguntas como la naturaleza de la materia oscura, la expansión acelerada del universo, la asimetría materia-antimateria, el origen de la materia, con el que se relaciona el descubrimiento del bosón de Higgs... Un aspecto interesante es la sofisticación y complejidad de los experimentos que se diseñan para estudiar estos temas. El caso de las ondas gravitacionales es un buen ejemplo de ello. El desarrollo tecnológico es imprescindible para que se puedan comprobar experimentalmente las teorías y buscar nuevos fenómenos. Los grandes experimentos actuales, desde el LHC hasta los telescopios más potentes del mundo o los experimentos de detección directa de materia oscura son monstruos tecnológicos diseñados para ir siempre un paso más allá y ensanchar la frontera del conocimiento.



P. ¿Son los libros de divulgación científica claves para no dejar al gran público rezagado ante este aluvión de innovaciones científicas?

R. La divulgación científica está en un buen momento. No faltan fuentes donde informarse, aprender y también divertirse con la ciencia. Para muchos la ciencia es un tema de interés y es fácil ver, en redes sociales por ejemplo, como grupos con intereses comunes se aglutinan y generan una conversación alrededor de la ciencia con voces que no solo provienen del ámbito científico sino también periodistas, o de cualquier otro ámbito pero unidos por el interés por la ciencia… Los libros de divulgación científica deben convivir con otros productos culturales que cada vez más tienen en la ciencia una fuente de contenidos muy sugerente. Que el ecosistema de la divulgación sea diverso en formatos y planteamientos me parece fundamental para que cada uno encuentre su manera de acercarse a la ciencia.



P. Díganos quién no debería dejar de leer este libro (¿científicos, periodistas, estudiantes, profesores, público general?)


R. Quien quiera pasar un buen rato preguntándose por la luz y la materia y recorriendo parte de la física del pasado siglo. Alrededor de un sincrotrón no solo giran electrones, sino muchas historias de cómo hemos llegado hasta aquí, con tantas cosas que sabemos y otras muchas que nos faltan aún por descubrir de la materia y la luz.



Pie de foto: La conferencia se celebró anoche en el espacio UNE de la Librería Documenta de Barcelona.