viernes, 11 de diciembre de 2015

Miquel Gayà: “Las regiones más propensas a tener tornados son Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Cádiz, Málaga y Rías Bajas”


Presentación Los tornados y trombas marinas en España / A F. 
  • Autor del libro Los tornados y trombas marinas en España: climatología y catálogo, publicado por la Universitat de les Illes Balears

Este libro presenta una climatología de los tornados y trombas marinas en España desde el pasado histórico remoto hasta el año 2012. Al ser estos vórtices unos fenómenos atmosféricos raros y de alcance muy limitado, tanto espacial como temporalmente, la información que se dispone de ellos es igualmente limitada. En los períodos más remotos, la información aparece envuelta de mitos y leyendas que hacen muy difícil discernir la veracidad de su existencia para la ocasión que el cronista relata. Sin embargo, esta forma de actuar se perpetúa hasta nuestros días.



P. ¿Qué es un tornado o tromba marina? ¿Cómo se manifiestan y cuál es su duración y trayectoria?

R. Un tornado es un vórtice de aire que está asociado a la convección y, normalmente, a tormentas. Una parte muy pequeña de las tormentas genera estos vórtices violentos. La duración es muy variable, entre escasos minutos y decenas. Alguno puede durar una hora. Las trayectorias suelen ser de SW a NE en el hemisferio norte, pero esta dirección rola hacia SE-NW en las costas españolas del Mediterráneo.



P. Dice usted que son fenómenos atmosféricos raros. ¿Qué quiere decir?

R. El 75% de los tornados españoles tienen un recorrido inferior a los 5 kilómetros y una anchura máxima inferior a los 200 metros. La inmensa mayor parte de los tornados son "débiles" (casi un 90%). Con un promedio de unos 15 tornados al año para toda España en los últimos 20 años, el área afectada por este tipo de fenómenos es realmente muy pequeña, sobre todo si se compara con las afectaciones de las lluvias intensas y sus consecuencias, las inundaciones.



P. ¿Dónde aparece la primera información sobre tornados en nuestro país?

R. La primera crónica que habla de un tornado la tenemos documentada en el año 1464, en Sevilla. Otras referencias anteriores podrían ser igualmente tornados pero la leyenda y el mito no nos permite asegurar que este fenómeno se diera tal como el cronista quiere informar.



P. ¿Hasta dónde se remonta la recopilación que usted ha realizado y ahora presenta en este libro y qué fuentes ha utilizado en su investigación?

R. Nuestra base de datos contempla fenómenos eólicos asociados a tormentas, sean tornados, reventones o turbonadas. Del mismo modo, la base de datos se adentra en cualquier época pasada hasta el año 2012. Los documentos que han podido encontrarse están en multitud de archivos, municipales, eclesiásticos y otros de mayor entidad. Sin embargo, a partir del siglo XIX, las fuentes más comunes son las hemerotecas.



P. Tras su estudio, ¿puede concluirse si estos fenómenos han aumentado o disminuido su presencia en nuestro país?

R. Sin ningún genero de dudas, las referencias a tornados han aumentado, pero eso no quiere decir, en modo alguno, que estos fenómenos sean ahora más o menos frecuentes que en otras épocas.



P. ¿Qué zonas de nuestro país diría usted que han sido las más proclives a experimentar este tipo de fenómenos?

R. Si tomáramos las base de datos en una forma literal, las zonas urbanas serían las más proclives, y también las zonas económicamente más desarrolladas. Como es obvio, estos fenómenos atmosféricos no están vinculados a estas variables. Las noticias, en cambio, sí. A pesar de lo dicho, las zonas costeras de Cataluña, Baleares y de la Comunidad Valenciana, junto con las provincias de Cádiz y Málaga, así como las Rías Bajas, son las regiones más propensas a tener tornados. A pesar de lo cual, prácticamente cualquier provincia española ha sufrido los efectos de un tornado.



P. ¿Cómo han afectado a la población a lo largo de la historia?

R. Los estragos que generan los tornados, especialmente los fuertes o los violentos, han producido multitud de heridos y bastantes muertos. Los más notables, como es fácil comprender, han dejado su impronta en los anales y en las crónicas de sus coetáneos.



P. ¿Cómo afectan hoy?

R. La vulnerabilidad de la sociedad actual es muy elevada, pero su resiliencia y/o aceptación del daño, no. Por fortuna, la capacidad de respuesta a un "castigo divino" es mucho más elevada que en el pasado.



P. ¿Puede relatarnos algún caso memorable?

R. Sin ningún género de dudas, el tornado más importante que se ha producido en España es el de Cádiz de 1671. En él murieron más de 600 personas, muchos de las cuales eran navegantes que tenían surta su embarcación en el puerto... pero ¡no sabían nadar! Sin duda este tornado atravesó la bahía y se adentró muchos kilómetros, pero los daños no fueron tan importantes y no fueron relatados en los "informes" que se hicieron para la ocasión.



P. ¿Cuáles son las consecuencias del paso de un tornado?

R. A partir de los 75 km/hora, el viento produce daños en el arbolado y en estructuras ligeras. Sin embargo, a 180 km/h (umbral inferior de un tornado fuerte, F2) los daños en edificaciones ya son muy importantes. Vuelcan coches y camiones y los objetos que levanta se convierten en proyectiles muy peligrosos.



P. ¿Quiénes narran los tornados a lo largo de la historia y por qué y para qué lo hacen?

R. Hay muchos tornados que aparecen en narraciones morales y ejemplarizantes. Algunos casos se presentan como castigos por haber cometido faltas personales o incluso como consecuencia de actuaciones sociales de un pueblo. Como ejemplo, en algunas narraciones históricas están vinculadas a fenómenos similares a un tornado: la entrada de los árabes en la España del siglo VIII o, por el contrario, en la "Reconquista" para facilitar la expulsión de musulmanes. Sin embargo, los tornados verificados están narrados por cronistas que relatan lo sucedido en una población como testimonio de lo ocurrido: "para que nosotros llegáramos a conocer su existencia"



P. ¿Qué es lo que más llama la atención de estas narraciones?

R. En las narraciones antiguas, la palabra tornado no existe, sólo muy recientemente aparece tal como ahora la identificamos. Cuando el cronista narra como es el fenómeno, usa imágenes correspondientes a su época. Pero eso también ocurre en tiempos recientes. Algún tornado se compara con una bomba atómica en el entorno del año 1945 cuando ya se experimentaba con este arma. Otros comentan cómo es el ruido que genera un tornado: como un reactor volando a baja cota....



P. ¿Podría reproducirnos algún pequeño fragmento de una de esas narraciones?

R. Guillermo Ciprian comenta en su crónica sobre el tornado de Cádiz:

[...] Es comun sentir de muchos, y en particular de Soldados, y Marineros, que dicha nube abrasaua como fuego, y que se oyeron vnas voces en los ayres muy furiosas, y horribles, que dezian: Arruynemos esta Ciudad, con el premisso del Sumo Criador; y otras que dezian; Vamonos de aquí, que no ay mas que hazer, que REGLA se ha puesto en medio, y nos defiende. Cessô el estrago; crecio el miedo, y no se oian mas que llantos, y lastimas, siendo cada dia, hasta oy, lo mesmo. [...]



Pie de foto: El libro se presentó anoche en el espacio UNE de la Librería del BOE (Trafalgar, 27. Madrid). Intervinieron: Francisco Valero, catedrático de Física de la Atmósfera de la Universidad Complutense (d); Ana Genoves, directora de proyecto en el ATAP, AEMET (Madrid); y el autor, Miquel Gaya (i). En la imagen superior (c), les acompaña el editor universitario Joan Vives.