lunes, 4 de junio de 2012

Javier Velilla: Las redes sociales deben incorporarse al valor de los libros

Javier Velilla
Javier Velill
La UNE y el CSIC han organizado las II Jornadas-Taller de formación sobre libro electrónico para los próximos días 7 y 8 de junio. Con motivo de este encuentro, el socio director de Comuniza, ponente del curso, responde en esta entrevista a una serie de cuestiones sobre la edición digital.

P. Su conferencia en las jornadas de la UNE lleva por título “Nuevos sistemas de difusión del libro en redes sociales”. ¿Podría adelantarnos algunas de las ideas que va a exponer?
R. La digitalización afecta de forma decisiva al producto y a los hábitos de consumo de contenidos de todo tipo: música, audiovisuales y, también, libros. Hoy el 91,5% de la población española consume contenidos digitales a través de Internet o mediante dispositivos electrónicos no conectados a la red según el Informe anual de los Contenidos Digitales en España 2011. Las redes sociales deben incorporarse a la propuesta de valor de los libros, no son sólo una herramienta de promoción al final del proceso.
P. ¿La difusión en las redes sociales es tarea de los editores, de los autores o de ambos?
R. Las redes sociales producen tres fenómenos de crucial importancia para el sector del libro: inflación de contenidos (que algunos denominan infoxicación), pérdida del monopolio en la emisión del mensaje (con contenidos generados por los usuarios que potencian la fragmentación de plataformas, intereses y audiencias) y aumento fundamental del poder de la prescripción por parte de nuestros iguales. Esta realidad teje un ecosistema en el que conectan lectores, autores, editores y otros agentes. Sólo serán sostenibles si esas relaciones son provechosas para todas las partes.

P. Texto, imagen o vídeo. ¿Cuál es la manera más efectiva de difundir un libro científico?
R. Me cuesta cerrar un caso típico. Lo que sí detecto es un cambio en el lenguaje. Cada vez más nos referimos a hipermedia, un género combinatorio que integra potencialidades hipertextuales y multimediáticas. Tiene que ver con el concepto de convergencia, pues esta narrativa interconecta de información ilimitada en múltiples soportes (sonido, texto, imagen, bases de datos, mapas...). Hipermedia significa, en definitiva, lectura no lineal de los contenidos en múltiples formas, con lo que recae un mayor protagonista en el nuevo “lector”, cada vez más usuario. Progresivamente veremos más contenidos con este tipo de enfoque, muy potente para la literatura científica.

P. Algunos autores van desmenuzando  su obra en las redes. ¿Qué le parece esta estrategia?
R. La digitalización ha provocado un incremento extraordinario en la generación de contenidos. Sin juzgar la calidad de estos contenidos, es evidente que la oferta es significativamente mayor y provoca que la escasez hoy sea más el tiempo que tenemos que la oferta. Desmenuzar la obra en pequeñas píldoras es una interesante estrategia para capturar esta atención y extender los puntos de contacto de la obra en múltiples plataformas.

P. ¿Es conveniente mantener la unidad de una obra o es mejor ir difundiendo capítulos, artículos, secciones?
R. El enlace lo cambia todo. La máxima distancia entre un punto y otro en una realidad digital es un click. Esta premisa tiene consecuencias sobre el concepto de unidad, pues quiebra el concepto de silo cerrado. Esta perspectiva está siendo problematizada. Más allá de las tendencias de fragmentación que vemos en numerosas industrias culturales, dependerá de cada caso concreto.

P. ¿Se puede difundir conocimiento a base de titulares y tuits o es excesiva fragmentación?
R. La fragmentación y la hiperestimulación son dos realidades de nuestros días. La digitalización genera este tipo de dinámicas vinculadas con el tiempo real. Pero, también, puede proveer de una increíble profundidad: el enlace, el contenido relacionado, las capas de información sobre otras realidades como mapas o imágenes... son muestras de cómo digitalización no quiere decir sólo fragmentación. Ejemplos periodísticos como TheGuardian o NewYorkTimes son muestras de cómo las crónicas se adaptan a los entornos digitales con fragmentación y, también, profundidad.

P. ¿En qué medida las redes sociales complementan a las revistas culturales y científicas?
R. Las redes sociales no sólo complementan a las revistas científicas y culturales. No debemos verlo como un canal adicional, sino como un resorte más para alcanzar los objetivos editoriales e institucionales.

P. ¿Cómo se mide el valor que aportan las redes sociales a una marca?
R. Las redes sociales son, en realidad, los lectores, los interesados, el entorno de un autor, de una editorial, de un libro, de un tema. Evidentemente tiene un valor fundamental y el trabajo de un actor que quiera sobrevivir en un entorno cada vez más competitivo pasará por generar valor, conectar y fidelizar a estos públicos. Las redes sociales tienen un rol crucial en este sentido: ayudan a vender, a ofrecer un mejor servicio, a hacer más fluídas las relaciones con el entorno, y a aprender e innovar. Medir el valor significará que tenemos objetivos concretos en cada uno de estos apartados.

P. Si hablamos de un libro, la marca en Internet ¿es la editorial, el libro o el autor?
R. Las tres, y cada vez más. Pero en este ecosistema influyen otros actores, como los lectores y los prescriptores aficionados y profesionales. Todos estos agentes ya interactúan en entornos digitales con contenidos, credibilidad e influencia.

P. ¿El libro y el autor cobran más relevancia frente a la editorial en las redes sociales?
R. Algunos autores aseguran que la digitalización desintermedia. Otros, creo que más acertadamente, aseguran que la intermediación se desplaza, como vemos en el caso de Amazon, Google, Spotify o centrales de compras de hoteles... Lo que resulta evidente es que el sector está viendo emerger el protagonismo de actores que tradicionalmente no lo tenían, y al protagonismo de las editoriales se solapa una mayor relevancia de libros, autores y lectores. En este proceso las editoriales están readaptando su presencia y esquema de relaciones para seguir capturando interés y preferencia.

Estas jornadas cuentan con la colaboración de  e-libro, Casalini y Casa del Libro